Sólo son palabras

Vivimos en un mundo desbordante de palabras. Con ellas desarrollamos nuestra vida, día tras día. Generalmente y dicho de un modo vulgar, no les “damos mucha bola” a las palabras. Para nosotros son sólo un medio para que el médico entienda: “me duele la panza”, y no: “tengo un tumor en la rodilla derecha”; o para poder discutir algo con más variedad de opiniones que las que expresaría un garrotazo en la cabeza.
A pesar de esto, la mayoría acepta y tiene un cierto respeto por las palabras cuando las pronuncia. Pero actualmente hay un medio en el que podemos ver cómo la realidad se distorsiona en millones de kas, i latinas y zetas en lugares que por lógica sabemos que no corresponden, sin mencionar las diversas otras burradas de personas que, increíblemente, lograron superar los seis años de Lengua en la primaria y fueron soltados al mundo como personas con Educación General Básica completa. Ese medio es la informática, la multimedia. Más precisamente: Internet. Es que, ¿para qué hablar bien en Internet? Si allí nadie nos controla, no hay nadie que nos ponga un uno que destruya nuestras posibilidades de eximirnos en el año o que nos diga un “hijo, hablá bien por favor”, acompañado de un leve pellizcón o un codazo.
A veces a uno le da la impresión de que las personas buscan a toda costa revelarse contra las reglas de ortografía cuando usa los foros o chats. “¿Por qué tendría que ir la “b” después de la “m” y no después de la “n”? Se pronuncia prácticamente igual.” Lo cierto es que la mayoría no lo nota, pero eso a vistas de otra persona que no comparta ese hábito, es patético. Sin mencionar las consecuencias desastrosas que tendrán esos errores en el futuro laboral de una persona. ¿Alguien imagina a un médico escribiendo un informe con errores de ortografía? ¿Confiaría alguien acaso en un abogado que no sepa redactar dos oraciones seguidas con un mínimo de coherencia?
Las palabras tienen muchos significados, es verdad. Pero si los tienen, entonces, ¿por qué "silla" no podría significar "florero"? Si yo creo que la palabra silla es adecuada para decir florero y pudiera usarla, sería fantástico. Cada uno diría las cosas como tiene ganas de decirlas. Pero entonces estaríamos olvidando una pequeña cosa: las palabras, cada una, por más pequeñitas, largas, cortas, monosilábicas, agudas, graves o esdrújulas, sirven para comunicarnos. Esa es su principal función. Con la gente que se comunica con estos nuevos medios sucede exactamente lo mismo. Sabemos qué es lo que la palabra "yo" quiere decir pero, ¿qué quiere decir "sho"? ¿es alguna expresión de asombro? ¿acaso algún nombre extraño? Podría alguna vez significar algo, pero nunca significará "yo".
Creo que la gente debería darse cuenta de que las palabras son el más inmenso invento del hombre, y debería dejar de subestimarlas. Son todo nuestro mundo, son bondadosas pero también vengativas. Todo tiene uno o incluso varios nombres. Ellas nos dejan crearlas, nos permiten amoldarlas a cada situación, podemos convertirlas en sustantivos, verbos, pronombres, adjetivos. Sólo hay una cosa que no podemos violar, y es la forma como se escriben.
Las palabras son fantásticas, pero rara vez las utilizamos con propiedad. Aparecen y desaparecen, se fusionan en millones de frases hechas y enunciados en muchísimos lenguajes. Se mezclan, se modernizan y cambian. Pero de éstas palabras hay algo que siempre se conserva, no importa cómo las pronunciemos, y es lo que logró que hace millones de años hayamos dejado de comunicarnos mediante gritos y golpes. Las palabras tienen sus reglas, su estructura. Eso es lo que conservamos de un lenguaje original que creció con incontables y hermosas ramificaciones. Es lo único que seguirá igual. No perdamos eso.



si alguien quiere derechos de autor, que reclame =)